ROL DEL PSICOPEDAGOGO EN EL ÁMBITO DE LA SALUD

 

UN PUENTE ENTRE LO TERAPÉUTICO Y LO EDUCATIVO

El psicopedagogo desempeña un papel integral en la intersección entre educación y salud, abordando diversas áreas clave para el desarrollo integral de las personas:

Área de Promoción: El psicopedagogo orienta y asesora en el proceso de perturbaciones y anomalías a lo largo del desarrollo evolutivo, tanto en el ámbito educativo como en la salud mental. Participa activamente en equipos interdisciplinarios para la elaboración, ejecución y evaluación de proyectos, siempre con el objetivo de mejorar las condiciones para aprender a aprender.

Área de Prevención: Desde un enfoque bio-psico-socio-cultural, detecta anomalías en el desarrollo evolutivo. Realiza procesos de orientación en habilidades sociales y promueve cambios hacia hábitos saludables, facilitando una vida plena y serena.

Área Asistencial: Realiza diagnósticos de los aspectos preservados y perturbadores comprometidos en el proceso de aprendizaje, como las funciones ejecutivas, para realizar pronósticos de evolución. Diseña planes de intervención basados en diagnósticos, proporcionando estrategias y herramientas variadas, y realizando derivaciones cuando sea necesario, para asegurar un proceso de aprendizaje armonioso.

Área de Investigación: Conducta estudios e investigaciones individuales o en equipo sobre factores interpersonales e intrapersonales que afectan el aprendizaje. Desde esta perspectiva, el psicopedagogo identifica y comprende los aspectos cognitivos, subjetivos, sociales y corporales del sujeto, considerando sus procesos, interacciones, emociones y motivaciones en un contexto específico.

Rol Integral del Psicopedagogo: Colabora estrechamente con la persona para reconstruir sus partes afectadas desde la salud. La competencia del psicopedagogo integra el “saber”, “saber hacer” y “saber ser-estar”:

  • Saber: Proporciona herramientas y estrategias para que la persona disponga de conocimientos técnicos y pueda modificar creencias y hábitos limitantes.
  • Saber hacer: Aplica habilidades y destrezas para potenciar el aprendizaje y el desarrollo personal.
  • Saber estar: Orienta a adoptar actitudes y comportamientos adecuados según normas sociales, familiares, laborales y educativas.
  • Poder hacer: Dispone de los medios y recursos necesarios para cada situación que requiera intervención.

Este enfoque holístico y multidimensional del psicopedagogo contribuye significativamente a mejorar la calidad de vida y el bienestar emocional de las personas en su proceso educativo y de desarrollo personal.

Todo se evalúa a través de la manifestación en el comportamiento en contextos naturales.

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